En la actualidad las organizaciones están convirtiendo todos los soportes de sus operaciones a formatos electrónicos para facilitar los procesos relacionados con su producción, transmisión y almacenamiento. Y la DIAN, no es ajena a esta modernización, por lo cual la facturación electrónica (FE) está alineada con esta tendencia de desmaterializar los documentos.

Hace unos diez años en Colombia, se inició la transformación como parte de la evolución electrónica, este proceso llegó al ámbito tributario nacional y específicamente al de la facturación para hacer más eficiente y ágil la información entre facturadores, compradores y la Dirección de Impuestos Nacionales.

La realización de este proceso, será el que marque la pauta en un futuro no muy lejano. Se podría pensar que este ayude a simplificar verdaderamente la declaración de impuesto a las ventas, acompañado de una metodología más sencilla para determinar el impuesto a cargo o un saldo a favor.

Las experiencias de facturación electrónica en algunos países suramericanos permiten observar que es posible simplificar las metodologías a la hora de preparar declaraciones tributarias, con agilidad y eficiencia, las direcciones de impuestos logran realizar estos procesos en línea, con mayores beneficios en el manejo de la información de los contribuyentes.

En el siguiente block https://blogs.iadb.org/gestion-fiscal/es/factura-electronica-en-america-latina/,  se lee: “… existen otros beneficios que se derivan de la implementación del sistema de FE, y que probablemente no son tan obvios. Particularmente, podemos mencionar: (i) la FE dinamiza la economía y la transparencia por la inmediatez que brinda a las transacciones económicas entre los agentes; (ii) genera beneficios de modernización administrativa para contribuyentes, ya que los sistemas de factura electrónica pueden integrarse fácilmente a sistemas contables y de gestión empresarial (ERP), incluso provistos por la propia administración para los pequeños contribuyentes reduciendo los costos administrativos; y (iii) mejora significativamente la seguridad de la información contable, lo cual también disminuye los costos de almacenamiento de datos”.

Es así como en la actualidad la DIAN enfrenta varios retos en Colombia, relacionados con los temas de automatización, soporte de las comunicaciones e informática que aseguren el funcionamiento confiable, la integridad y seguridad de los datos, la gestión de riesgos asociados e inclusive el desarrollo de procesos tecnológicos para evitar incidentes de interrupción del servicio y que además permitan realizar el seguimiento de las transacciones a través de la factura electrónica.

Fuente: LEGIS Comunidad Contable